SOFI Y EL PEQUEÑO DRAGÓN
VALORES: Amistad, respeto a la diversidad
- ¿Jugamos
al escondite?- dijo la abeja.
- Si,
si ese juego es muy divertido. ¡ Vosotras os escondéis y yo os busco!-
dijo la gatita.
Así que
todas salieron corriendo para esconderse.
Sofi comenzó
a caminar para buscar un buen escondite; cuando de pronto escuchó a alguien
llorar dentro de una gran cueva (se oyen unos sollozos).
Sofi se acercó a la cueva y gritó : -Hola, ¿Quien está ahí? ¿Estás bien?
-No te acerques! - contestó una voz llorosa desde la cueva.
-¿Qué te ocurre? Sal, cuéntame qué te pasa.
-Si salgo te vas asustar.
-¡Claro que no! Sal, por favor.
-Me prometes que no saldrás corriendo cuando salga?
-Sí, te lo prometo.
Poco a poco fue saliendo de la cueva un pequeño dragón con la cara triste. Al verlo, Sofi dio un paso atrás un poco sorprendido.
-¿Ves por qué te decía que no quería salir? Todos y todas me tienen miedo- dijo el pequeño dragón con lágrimas en los ojos.- Al verme salen corriendo.
Impresionada por las lágrimas del pequeño dragón, Sofi se acercó lentamente y le secó las lágrimas con un pequeño pañuelo que tenía y le dijo:
-Yo no he salido corriendo, dime qué te ocurre.
-Estoy muy triste porque no tengo amigos ni amigas con quien jugar, todos y todas me tienen miedo.
-No llores más. Yo seré tu amiga y mis amigos y amigas también lo serán.
-Tú crees que querrán ser amigos y amigas de un dragón?
-Claro que sí. Espérame aquí.
Sofi corrió
al lugar donde estaban sus amigos y amigas y les contó que había conocido a
alguien especial y quería que ellos y ellas lo conocieran para que también
fueran sus amigos y amigas.
-
¿A quién
conociste Sofi?- le dijo la abeja.
-
A un pequeño
dragón.
-
No, no
podemos ser amigas de un dragón, ellos son diferentes -dijo la gatita.
-
¡No, no, no
es tan diferente! Ya lo vais a ver. ¡Dragón, ven!
Y el pequeño
dragón, con mucho miedo se acercó a ellos y ellas.
-
¡Mirad! –
dijo la abeja sorprendida- ¡Tiene alas igual que las mías! ¿Y puedes volar como
yo?
-
Sí – dijo el
dragón. ¡A ver si me pillas!
Los dos se
lo estaban pasando de maravilla, y la gatita, mientras estaban volando, se dio
cuenta de que el dragón era igual que el resto de sus amiguitos y amiguitas del
bosque.
-
¡Anda! ¡Si
tiene lengua como la serpiente Valiente, patas como el canguro Blas, dientes
como el cocodrilo Coco, ojos como la señora coneja, nariz como mi tía la
perdiz y cola como yo!
-
Así fue como
nos dimos cuenta de que el pequeño dragón era igual que nosotros y nosotras y
no teníamos que tenerle miedo- dijo la abeja.
-
Y la gatita
dijo-
-
Así
nos hicimos grandes amigos y amigas y desde ese día el pequeño dragón no se sintió
solo y fue muy feliz junto a nosotros y nosotras.

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