domingo, 13 de enero de 2013

SOFI Y EL PEQUEÑO DRAGÓN

Os dejamos el Cuento de la semana con los valores trabajados, un saludo a todos y todas!!!!

SOFI Y EL PEQUEÑO DRAGÓN 


VALORES: Amistad, respeto a la diversidad 



Una hermosa mañana, una niña llamada Sofi estaba jugando en el bosque con sus amigos los animalitos.
-  ¿Jugamos al escondite?- dijo la abeja.
-  Si, si ese juego es muy divertido. ¡ Vosotras os escondéis y yo os busco!-  dijo la gatita.
Así que todas salieron corriendo para esconderse.
Sofi comenzó a caminar para buscar un buen escondite; cuando de pronto escuchó a alguien llorar dentro de una gran cueva (se oyen unos sollozos).
Sofi se acercó a la cueva  y gritó :
-Hola, ¿Quien está ahí? ¿Estás bien?
-No te acerques! - contestó una voz llorosa desde la cueva.
-¿Qué te ocurre? Sal, cuéntame qué te pasa.
-Si salgo te vas  asustar.
-¡Claro que no! Sal, por favor.
-Me prometes que no saldrás corriendo cuando salga?
-Sí, te lo prometo.



Poco a poco fue saliendo de la cueva un pequeño dragón con la cara triste. Al verlo, Sofi dio un paso atrás un poco sorprendido.

-¿Ves por qué te decía que no quería salir? Todos y todas me tienen miedo- dijo el pequeño dragón con lágrimas en los ojos.- Al verme salen corriendo.

Impresionada por las lágrimas del pequeño dragón, Sofi se acercó lentamente y le secó las lágrimas con un pequeño pañuelo que tenía y le dijo:

-Yo no he salido corriendo, dime qué te ocurre.
-Estoy muy triste porque no tengo amigos ni amigas con quien jugar, todos y todas me tienen miedo.
-No llores más. Yo seré tu amiga y mis amigos y amigas también lo serán.
-Tú crees que querrán ser amigos y amigas de un dragón?
-Claro que sí. Espérame aquí.

Sofi corrió al lugar donde estaban sus amigos y amigas y les contó que había conocido a alguien especial y quería que ellos y ellas lo conocieran para que también fueran sus amigos y amigas.
-        ¿A quién conociste Sofi?- le dijo la abeja.
-        A un pequeño dragón.
-        No, no podemos ser amigas de un dragón, ellos son diferentes -dijo la gatita.
-        ¡No, no, no es tan diferente! Ya lo vais a ver. ¡Dragón, ven!
Y el pequeño dragón, con mucho miedo se acercó a ellos y ellas.
-        ¡Mirad! – dijo la abeja sorprendida- ¡Tiene alas igual que las mías! ¿Y puedes volar como yo?
-        Sí – dijo el dragón. ¡A ver si me pillas!
Los dos se lo estaban pasando de maravilla, y la gatita, mientras estaban volando, se dio cuenta de que el dragón era igual que el resto de sus amiguitos y amiguitas del bosque.
-        ¡Anda! ¡Si tiene lengua como la serpiente Valiente, patas como el canguro Blas, dientes como el cocodrilo Coco, ojos como la señora coneja, nariz como mi tía la perdiz  y cola como yo!

-        Así fue como nos dimos cuenta de que el pequeño dragón era igual que nosotros y nosotras y no teníamos que tenerle miedo- dijo la abeja.
-        Y la gatita dijo-
-        Así nos hicimos grandes amigos y amigas y desde ese día el pequeño dragón no se sintió solo y fue muy feliz junto a nosotros y nosotras.

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